La respuesta está en su cabeza. De acuerdo con las investigaciones realizadas por la Universidad e
Massachusetts, una molécula llamada
Cry2 (ubicada en las antenas), les permite "sentir" los polos magnéticos, orientando su vuelo en el eje Norte-Sur. Otro tipo de moléculas, también en las antenas y sensibles a la luz solar, les brinda orientación sobre el eje Este-Oeste.
Sin comentarios
Participa con tu comentario