Sabemos que las personas, cuando están recién nacidos, no cuentan con la capacidad de hablar, por eso los bebes se comunican con nosotros por medio del llanto, el cual varía según la nacionalidad del bebé creando así un
idioma para cada llanto. Al grabar y analizar a 60 recién nacidos de familias francesas y alemanas, investigadores de la Universidad de Wüzburg revelaron que el tono de llanto varía según el idioma de sus padres pues prefieren las pautas sonoras típica del idioma que han oído durante su vida fetal.
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